domingo, 22 de febrero de 2015

Pirthios, el Dios del Fuego.

Antes de la creación de Thaindor, Vaen y Vanda tuvieron cuatro hijos, a los que se les conocería como los Dioses Creadores, estos son también los Dioses de los elementos, Akvonen el mayor, el Dios del Agua, Fermio, el Dios del Aire y los mellizos, Kartia, la Diosa de la Tierra y Pirthios, el Dios del Fuego.

Los cuatro hermanos comenzaron a crear Thaindor, Fermio creó una bóveda celestial, un cielo dónde las creaciones de Kartia encajarían. La Diosa de la Tierra, creo estrellas, planetas, rellenando el cielo que su hermano había creado. Akvonen creó el agua que cubriría la creación que más gustaba a Kartia y que luego llevaría su nombre. Así nació Kartia, el planeta y el comienzo del mundo que conocemos. Pirthios viendo que él no había participado en la creación decidió aportar su granito de arena y con su poder incendió algunas de las creaciones de sus hermanas, creó así las estrellas. Kartia, se enfureció tanto con Pirthios que le dijo que ya no quería ser su hermana. El dios del Fuego se recluyó y durante muchos años no tuvo contacto con sus hermanos. Kartia no pudo decirle lo mucho que había ayudado su aportación a la creación de Thaindor, había creado El Sol, una estrella gigante que iluminaba Kartia y gracias a la cual había nacido la vida.

Un día Pirthios, salió de su cárcel de fuego para destruirse a si mismo, se dirigió al Sol, como habían denominado a la mayor de las estrellas que había incendiado y allí murió. Cuando Kartia se enteró de la noticia fue en busca de su hermano, en El Sol, solo encontró el corazón de su hermano. Destrozada por la muerte de su hermano se marchó a una de sus esferas flotantes y lloró, haciendo que así naciera La Luna, siempre ligada al planeta Kartia, influyendo en sus habitantes, en las mareas de Akvonen, como un símbolo de que también le dolió la muerte de su hermano. El Sol creado, por Pirthio, también comenzó a tener vida propia, siendo la primera estrella de género masculino y llegándose a convertirse en un Dios, pero esa es otra historia.

Tras la muerte de Pirthios, su hermana melliza Kartia, guardó con mucho amor su corazón, hasta que éste se hizo trizas. Destrozada escondió cada trozito del corazón de su hermano en una montaña dónde lo poco que quedara del Dios descansaría en paz. Con el tiempo poco a poco los pedacitos del corazón de Pirthios aún con mucho poder en su interior, comenzaron a emanar sangre, una sangre líquida e incandescente que quemaba la tierra bajo las montañas, tanto dolor causaba a la creación de Kartia que su sangre comenzó a ser expulsada por las montañas creando así los volcanes.

Fermio, destrozado por la muerte de su hermano pequeño, reunió a sus dos hermanos creadores y les dijo que debían hacer algo por Pirthios. Él había dejado su corazón en El Sol, que era su mayor creación, y ellos debían hacer lo mismo. Fermio dejó su corazón en la Isla de Ávalon, la isla de la niebla, dónde el cielo y la tierra se unen, Kartia, dejó el suyo en Arcadia, el jardín más fértil del mundo, dónde también Finta decidió dejar el gran parte de su alma como ofrenda a su hermano mayor. Por último, Akvonen, decidió dejar su corazón en Atlántida, la ciudad hundida, una hermosa ciudad que el Dios había arrebatado a Kartia envidioso de su belleza.

Con el amor profesado por sus hermanos nació Pertio, el Espíritu del Fuego, el primer elemento que poseía un espíritu, que se dedicaría a cumplir con el cometido que Pirthios debía cumplir. Gracias al nacimiento de Pertio, se crearon los espíritus de los elementos, los encargados de cumplir los designios de los dioses en el planeta Kartia, y de ellos nacieron los Neyas.

Como último acto de amor hacia su hermano, la Diosa de la Tierra, cogió el trozo más grande del corazón de su hermano y con ayuda de Pertio creó Vuur, un enorme territorio lleno de volcanes. Aquel lugar sería habitados por Neyas Pertios, por elementales. Aquel lugar sería de Pirthios.


EXTRA

De Pertio, el espíritu del fuego y Vatra, un neya pertia nació, Phair, el que después se consideraría el príncipe de Vuur, el Príncipe de Fuego. De Gela y Liod, un neya gelio nació, Ais, la que se consideraría la princesa de Lid, la Princesa de Hielo.

1 comentario:

  1. Es muy bonito, me ha gustado mucho, además es un detalle que vuelvas a mencionar a los principes de fuego y hielo ^^

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